Las páginas web antes solo tenían texto, es decir que solo tenía
una interacción de tipo lectura. HTLM es el lenguaje de marcado o etiquetado que se emplea para crear las
páginas web ha evolucionado poco a poco y se han desarrollado sucesivas
versiones. A la versión inicial del lenguaje se fueron añadiendo nuevas características como las imágenes, las tablas o los marcos que
permitían dividir las páginas web en varias partes.
Los diseñadores gráficos se sumaron al desarrollo de página web. Y
se desarrolló una nueva disciplina. Las páginas web cada vez albergaban más
información e incorporaban más gráficos.
Esto se dio principalmente porque los navegadores también iban
mejorando su potencia y rapidez de la mano de las conexiones de internet que
eran más rápidas. Las páginas web mostraban más información por la
disponibilidad de recursos y mejoras.
Durante los primeros 5 años no había mucha interacción, solo
lectura, sin embargo cuando se añadieron
los formularios las páginas web empezaron a cambiar. Los formularios permitían un mayor grado de
interacción entre el usuario y las páginas web.
El lenguaje HTML incorporo la posibilidad de añadir nuevos tipos
de contenidos a las páginas web como animaciones, audio o videos.
Tanto las mejoras tecnológicas en los navegadores, el internet y
la propia web hizo que se convirtieran luego en aplicaciones web (web apps),
que permiten realizar a través de una página web, las mismas tareas que se
realizaban mediante un software instalado en un ordenador a partir de un cd-rom.
Hoy en día podemos enviar correos electrónicos, jugar juegos,
editar fotografías, ver vídeos, todo ello, a través de una página web.
Una de las principales ventajas de las aplicaciones web es que no
necesitan actualizarse por parte del usuario final. Cada vez que un usuario
visita una aplicación (mail por ejemplo), está haciendo uso de la última versión
disponible.
Otra ventaja es la independencia del dispositivo, que permite que
las aplicaciones web puedan ser usadas desde cualquier dispositivo que disponga
de un navegador web(como una tableta, un ordenador o teléfono inteligente, etc).Esto
se logra con la adaptación de las aplicaciones web al dispositivo en el que se está
ejecutando.
Otra ventaja importante es la ubicuidad: a las aplicaciones web se
puede acceder y trabajar con la misma información del sitio., desde el
ordenador de casa, el de trabajo o desde el teléfono móvil.
Esta ventaja de las aplicaciones web se resume en el concepto
cloud computing o computación en la nube, que va a hacer que el concepto de
ordenador personal desaparezca en breve, porque cualquier ordenador o cualquier
dispositivo se comportaran como si fuera nuestro ordenador personal.
Las aplicaciones web son complejas en su desarrollo, se necesita
amplios conocimientos en programación y de manejo bases de datos.
Recientemente ha aparecido el concepto de mercado de aplicaciones
web, un repositorio en el que se pueden publicar aplicaciones web para que sean
usadas por otras personas, dos de los mercados más populares son el Google
Chrome web store y el Firefox marketplace.